Los medicamentos de marca



Si un encuestador saliera a la calle para preguntar a los ciudadanos si creen que un medicamento de marca es más caro que un medicamento genérico intuimos que la respuesta general sería que los medicamentos genéricos son más baratos.

Sin embargo, cada cual, en su faceta de usuario o paciente, puede preferir que le receten una marca o un genérico. Es más, incluso habrá a quien le gustaría tener la posibilidad de actuar como con cualquier otro bien, es decir, poder comparar para finalmente optar por uno u otro producto en base a consideraciones de naturaleza no económica. En estos supuestos, la tendencia a elegir la marca es lógica.

Vinculación emocional

Los expertos establecen una vinculación emocional entre el consumidor y su marca, porque ésta es un componente distintivo que facilita un uso y un consumo concretos. Asimismo, indica la procedencia del producto y asocia el mismo a una reputación del fabricante y a unos estándares de calidad. Todo esto es aplicable, naturalmente, a los medicamentos, de los cuales, además, podemos señalar algunos elementos específicos adicionales. El primero es que la marca es especialmente adecuada para el medicamento que identifica.

En el caso de los medicamentos, y a diferencia de otros productos de consumo (donde la decisión responde únicamente a criterios del fabricante), la marca propuesta por el laboratorio farmacéutico debe ser aprobada por las autoridades sanitarias con el objetivo de verificar que dicha propuesta se ajusta a la finalidad concreta del medicamento, evitando además que se confunda con otros productos de farmacia.